VER CARNALES QUE SUFREN
Sobre elementales dilaciones,
y crímenes sin nombre ni reflujo
tengo yo por terco y por remiso
esa necesidad de atravesar
como doliente impávido escenarios
con la sangre de ajenos por hermanos,
cosechando dolores reencarnados
entre labios moradospor los golpes,
dando pasos de ciego, resbalando,
aguantando mil fríos congelantes,
viendo a madres errantesque me llaman,
al unísono con el nombrede sus hijos
Me abrazo entre lágrimas hirsutas
el suelo nos recibeatravesados
cuando duele el pecho se ennoblece
la tristeza partida entre otros muchos
pesa menos,no escoce, se aparea,
para luego ante todos como un bien
simplemente llegar a dividirse,
es como una pompa de jabón,
igual que esa rojiza dinamita
que acabó con los sueños y la vida,
de esos que convirtieron en dolientes
a todos los que de humano gentilicio,
dejaron ver que no era un sacrificio
sentir hoy por los otros y mañana,
retornar a sentir como leprosos
que estrenan su piel ya reparada,
otra vez, y otra, y hoy de nuevo,
convertirse en un deudo que lamenta
la perdidade cualquier alma errante,
tomándola en un sensible abrazo
que ama lo que ya se liberó,
de este breve presidio,
que llamamos vida
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Hermoso pero muy triste poema, cuanta tragedia, cuánto dolor y que indolente somos, tus letras reflejan lo que siente la carita de esa bella criatura que no entiende, porque? Gracias poetas tus letras gritan más alto que muchas pancartas. Un abrazo.
ResponderEliminarCuanto daría yo, amiga, por llorar agua fresca y colgar estos versos del viento...Abrazos y gracias por venir...
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