MIENTRAS LA LECHE
Se han gastado las piedras
en jornadas de torrentosa alevosía,
yendo río abajo por asombrados motivos
que les son diversamente elementales,
tanto como los amores sustraídos
por causales de enjuiciada norma
que en ninguna nación son explicados,
ni en el antes ni ahora, ni después,
por más que alguna muerte testifique
que yace en eterna quietud
por el no explicado amor
Entonces no son los sures
ni los nortes lamentables,
que al salir el son desean un poniente,
para que cese el lastre sin ventaja,
que amores de indigna forma y alimento
sustrajeron el querer que era sustento,
y vertieron en su molde el abandono,
corazones de encono manifiesto
de cuya infancia imberbe soy testigo,
no pueden afronta un mal nacido
deseo de quedarse cuando irse,
es todo lo que queda por hacer
Compongo las tres piedras que tomé
para hacer este escrito decoroso,
las coloco en un triangulo piadoso,
protegido de angustias
y pesares,
duelen tanto los viejos avatares
que suelen trasgredir las comisuras,
y entonces los recuerdos son pasturas
para hacer juvenil filosofía,
y limpiarme las uñas aunque a oscuras,
mientras tomo la leche de mi vaso,
para poder lavarlo de mis rezos
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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