JARDÍN REGADO
Pronto veré distinto
cuando suba a la torre,
me dijo el calendario
parafraseando a un santo,
uno de esos sin pelo
que camina muy lento
que siempre habla despacio
para que el bien le oiga,
aunque sean aplausos
y buscadas vanaglorias
lo que siempre recibe,
sin buscar pero hallando...
Buscadores de oro
recibiendo lamentos,
porque no hay ya concierto
en los pasos de muchos,
saltan, corren, se caen
balbucean sus gritos,
dudan entre vigores
si seguir el camino,
pero sus estertores
demandas y ellos corren,
carcinoma de flores
que en presente se muestra
para que los señores
del siglo avejentado,
le prodiguen al pueblo
dolor para dolores,
enfermedad sin nombre
para viejas dolencias...
Fatua sal de la tierra
que nos venden los sabios...
que supieran los necios
cuantos abecedarios
carentes de simples letras
no pueden ser lo que dicen,
armamentos sin balas
para eternos fusiles
que debieran matar
la ignorancia perpetua
que lleva siglos largos
imperando en la tierra...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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