SOPOR
Sopor
por ver tan poco viendo todo,
por no guerrear del lado del decoro
sino de la pereza,
fortaleza,
donde escondes tu piel del sol ardiente,
acaso porque es omnipresente
tu resto de impaciencia
aunque volutas,
en el hedor de todo
gris parezcan,
el ánimo falaz, y la derrota
que te inventas a diario
pues no ir
en busca del destino,
es tan sutil,
como hacer el esfuerzo más gigante
El aria que no alientas
en tu himno,
pues la letra la sabes incompleta,
podría desairearte como atleta,
mientras derriba a fondo tu moral,
contra cientos de muros se restriega
en sonidos y formas
elocuentes,
de niño tu pensabas diferente,
y orgulloso moldeabas tus aromas,
tu padre sonreía y a tu madre,
un sueño parecían tus tareas,
hace rato que ya olvidaste todo
de lo que fuiste
poco te recuerdas
Y pintas mientras borras con el codo,
mensajes de este tiempo
agudo y triste,
soneros como tu salen sin pena,
de todos los avernos conocidos,
con el alma y el cuerpo
malheridos,
arrecian cual tormenta de mil años,
que no recibe nombre
de dolientes,
y aun menos de otros
malogrados,
sos uno de los muchos que arrojados
de su primer empleo de ser hombres,
quedaron con los músculos trabados
y con gravosos y grandes moretones,
en la boca sin labios
que es el alma,
donde vive el deseo
de ganar,
un sitio en nuestro cielo,
un nuevo hogar...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Autobiografía de casi todos. Todos buscamos un nuevo hogar cuando el tedio invade la vida cotidiana. Y deseamos volar o volver atrás, pero sólo gozamos de los pequeños regalos de cada día que, si se les sabe sacar partido, son bálsamo fugaz, pero efectivo. Yo también pinto mientras borro con el codo.
ResponderEliminarQue agradecido tu tono Fernando..Se siente en el ambiente el rotundo trabajo del espejo, reflejo gemelas que nos adopta y santigua nuestro paso antiguo, con paternal sapiencia... sin nada decirnos... Gracias por venir, abrazos!!
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