lunes, 21 de enero de 2013

LA FRONTERA DEL LUNES / Poesía de José Ignacio Restrepo



TRAS DEL VIDRIO ROTO


Cantos de las ventanas rotas
donde no llegan pájaros con trinos,
el humo ya hizo mella en la mañana
y estas escenas de pobres factorías
llenan de ansia solariega
las miradas de afuera que no veo
de esa vida incauta e insistente...
Nada hay que cambie los colores
de los muros mezquinos de las calles,
su negro afán de ser pisadas aquí no vale
pues no son ese aquelarre,
como si diariamente en el sombrío centro, 
donde la vida que boga en el asfalto,
marca la prisa y el paso de las horas
y nadie por fe se ve en los ojos de otro,
viandantes
que no tienen sino motivos ominosos,
para no recordar,
no ver al frente,
 ante ese oído que se dispone bien,
ni por suerte pueden reconocer
que la felicidad se fue al olvido,
diciendo duro graves groserías,
rotas promesas, 
aves que se lanzan al vacío
como jaurías de enconadas alas
que han tomado al cielo por tinglado
de sus incólumes grescas principescas,
sin reino ni princesa por ganar...
Arduas mañanas tras los vidrios rotos
esperando el qué, el cuándo y ese pobre cómo
para situar los nuevos pensamientos,
tras de los que ya ayer me hice añicos,
hacer a cómo ahora de lugar
bruscos fulgores,
cauces, 
preferencias,
aunque me sea el calor
mal consejero...
El de afuera, el de adentro,
 las manos en la frente dan al rostro
ese poquito de sombra que precisa,
pues el sol ya enciende sus rayos,
la mañana se gasta sin traerme nada,
solamente
un poco de oración recuerdo hoy
para que el sol se entere que sí es dios,
que es de él la gloria por lo nuestro,
por el verde que flamea, por el agua,
y recordar que pese a la ventana,
al roto vidrio, a la belleza que no hallo, 
al humo de las calles, a lo oscuro,
su luz abre temprano este lugar,
las cosas de la noche ceden,
otra vez nace todo nuevamente
y la luz de tu ser alumbra más...

 JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

2 comentarios:

  1. ...arde mi vela por ambos lados, no creo que pase de esta noche, pero no importa, porque su luz, alumbra mi alma... (de la película "El río de la vida").
    Creo que después de todo crepúsculo llega un nuevo amanecer, como bien anuncias tu en estas letras...y que después de cada muerte llega una nueva vida...nos llega la serenidad y la templanza que da un abrigo a nuestro espíritu cada vez mayor.
    Quizá no volvamos a correr o a hacer ciertas cosas que en vidas anteriores si hizimos, o cuando más jóvenes, sin embargo el estado de bienestar del alma, que no sensación es mayor que cualquier tiempo anterior...un beso amor...siempre con tus letras...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...quizás es la advocatoria de la muerte, o el canto que en su tardía fe visita,una nueva vida inconmovible, esa misma disfrazada de Elegía, y solo vemos las letras, marquesinas, de la función soñada y aplazada, como esas otras que bien deseaban haber visto los ojos, los del alma...Bella, Egea, casi como una sombra virginal que cuida que mi tarea continúe, este bien que madura en soledad, lo comparto pues a ti también se debe...Gracias princesa, por venir, por serte a este sitio como el mismo sonámbulo que escribe...

      Eliminar