miércoles, 6 de abril de 2011

MAR AMIGO QUE HUNDES EN TUS OLAS SOLEDADES… / Poesía de José I. Restrepo


PRIMER ESTRIBILLO…ÚLTIMO

solo

Hay visionarios perdidos, yo soy uno…
Entre visto el mar desde una cueva, en la playa,
dudas sobre el azul,
internas murmuraciones,
hacen del viaje una misión nunca iniciada,
un sueño solamente,
nubes con formas asombrosas,
olas que pasan…
Pero mi paladar lleva tatuado
tu sabor de mar
y el hollar del viento aun hiere
mi reseca nariz,
me sorprende respirar
y no enviar sangre de vuelta…
Corta batalla
la semblanza de los años transcurridos
oyéndome a mi mismo suplicar
por la magia mía hacer
sobre otras tierras y gentes,
mientras marean las tardes de sol,
estas líneas de mi frente,
mis pupilas en celo,
repentina y dulcemente semejan ser segundos,
instantes de lucha apenas, insalvables,
extraviados sin más en el tiempo…
Y entonces mis pies corren,
mis pies vuelan,
y antes de marcar rutas
y mapas desdoblar bajo una vela,
no aguanto la descarga de certezas,
estas voces de caos que a los gritos me alcanzan,
repitiendo canciones pasadas de muy mala manera,
repitiendo
lo ancho del espacio
y lo largo del tiempo,
dejándome doblado en la mesa
ese papel donde contado
está la finitud del tiempo,
de todo…
Qué me voy a calzar mis pies crecidos,
para que arroparme con nuevos andrajos,
ya sólo queda el viaje me repiten
y ese azul que es real,
el color que siempre preferiste…
Si puede sostener un bote,
pero no si lo cargas de sueños
me repiten, me repiten…


ORACIÓN

Cae la noche

De luces que conmueven hablarán mis ojos
y mis paso de dudas y tristísimas sendas,
cuando mi piel se envejezca sin remedio
y ya no haya tedio
sino la aceptación
y el amor por todo lo vivido…
Hablaran mis palabras en murmullos
y cantarán también a veces
las épicas historias de estos días
marcados por profundas soledades,
que no quería vestir ni alimentar,
y menos confirmar
para mi historia neutra…
Cómo querer a quien ya no te quiere,
cómo creer una mínima palabra
nacida del descrédito del otro,
entonces no es inútil
armar tu interior siempre solemne,
si todo afuera
fácilmente te mancilla…
Vida, dios, átame a tu dilecta compañía,
que sólo escucho tu voz
en la colina, en la senda,
camino a la ciudad,
en cada calle en que soy reconocible
a los ecos tallados sin edad
que tienen ansias de vida
cuando la vida termina…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

2 comentarios:

  1. Detengamos un momento el acontecer de los minutos, uno sólo, para vernos, para entendernos, hacer de nuevo cada recorrido y respirar como mejor se pueda, luego, volvamos a ser de nuevo lo que somos, barcos cargados de recuerdos que no cargan sueños, dejan que sea el sueño el viento y aún desconociendo el mejor trayecto saben ya del puerto que les espera... ya ni importa arribar, existe ese puerto...

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  2. Si...En brazos del viento, esa agua,ese mar, ese cielo, como la gloria de las cosas dadas antes que el premio llegue y el placer del hecho terminado haga paso al recuerdo, de una mano amiga, bajo una sombra conocida, en un canto eterno.....

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