AÑORANZAS
Todo consiste realmente en alejarse,
para observar el mundo en perspectiva,
luego cerramos los ojos
y la mente,
olvidamos lentamente lo anterior,
como si fuera
una lejana estampa,
una de esas que vio la navidad
y al terminar el año
fue olvidada,
como si se regara
en la mesa
un tris de sal,
y debiéramos correr para alcanzar
el amor olvidado
que se va
Todo repara males consentidos,
estorbos asombrados,
viejos nidos,
los recuerdos se atrasan,
se adelantan,
buscando entre sus planos
crueles fotos,
y averiguar entonces quiénes somos,
dónde tenemos,
qué es lo que esperamos,
los primordiales vientos
con qué enfriar,
calores de mercurio diocesano,
en tanto suena música elevada
por instrumentos ocultos entre playas,
mares que no reviven lo que anuncian,
-cordilleras olvidadas y llanuras-
las nubes que no se mueven
nos avisan,
que toda esta algarabía es escenario
de los teatros propios del pasado,
y del minuto locuaz
habla el silencio,
habla el silencio,
cual caballero viejo que sonríe
con sus cejas pobladas de senderos
y la mirada vieja y sugerente,
que anuncia que si hay enero
hubo diciembre
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Si hay enero, hubo diciembre... siempre! Felíz de leerte... gracias!!!
ResponderEliminar...el caudal y la fe de la esperanza...en tu fuego y el mío...Gracias Stella, por venir, abrazos...
EliminarNostalgia, pocas veces he sentido el paso del tiempo... Hoy lo he vuelto sentir. Encantada de leerte!
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