SELLADO
Polvo de zapatos de gendarme
yace quieto, esparcido,
justo detrás de la puerta
que del lado del dintel conserva
más arriba del gancho del cerrojo,
la marca de algún puño enfebrecido
como intacta dádiva por vana presencia,
puesto allí cualquier noche con un golpe
cual sello intacto de emoción incierta…
Los clientes habitan otro bar
y unas hembras de alquiler miden la acera,
con sus voces ahogando
el tecleo vano de sus tacones gastados
Dentro, los duendes se pasean,
sedientos e impacientes,
sin poder hallar el sacacorchos…
GORJEOS
El brillo de la dureza ronronea,
en la boca de dientes precisos,
viruela,
la niñez fue atada a su piel
y no puede librarse de ella,
tantas noches tratando de morir
repasando su adultez siniestra,
aquellos carcinomas desagarrados
del tejido hechos en bastos recuerdos…
Golfa,
alguien repite en tu oído,
pero el viento es raudo,
pasa,
y ella olvida…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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Bienhallados lugares entonces... si por instantes, por más que sea... alimentó la letra... ¿quien dijo? No escuché...
ResponderEliminarSonatas tras el largo viaje, escritas a mano alzada en cualquier punto del mapa, a una hora imprecisa de la noche....
ResponderEliminarel triste dolor de estar vivo, cuando la existencia no es más que sobrevivencia, casi castigo. Descripción contundente del vacío, por dentro y por fuera, la nada que persigue y domina a los que parecen humanos quizá para algún ser ajeno que los mira...muy bueno, gracias, José.......
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