DICEN DE LAS RUTAS
Los argumentos suelen reírse de nosotros,
de la fatal manía de ordenarlos
en la cabeza y la boca,
ansiando que sean las cosas,
se vienen riendo en nuestra cara,
por las noches, en los rezos de los niños,
y en las mañanas ante el vano esfuerzo
de prometer lo que nunca cumplimos…
En la mujer
o en la vida
o en la cara
en el espejo del que somos,
los argumentos y la empíria misma
tratan de construir el nuevo plan,
el que no ha de fallar, el que sí salga…
Excusas que esgrimimos vos y yo,
lo sabemos,
para no aventurarnos a la escena
sin formales mapitas…
LOS CONTIGUOS NUESTROS
Allende la mañana podemos observarlos,
al mirar el abandono de los cuerpos,
ella y él, que aun sueñan,
que están en las frazadas todavía
envueltos entre astros,
rodeados, inmersos, plenos,
en sus propios deseos consumados,
sus ellos contiguos,
sus verdaderos sí mismos
infantilmente profundos
a la espera de pactadas vigilias…
El otro, el de la epidermis inquilino,
es más del clima que muestro,
y sólo espera que un roce o un augurio
de por finalizado el armisticio
y lo vierta en la guerra,
con todos sus deseos sin nombre
carnalmente dispuestos…
¿Cuántos son?
Antes el alba, cuando también somos sueños,
los que nos fueron cercanos, íntimos,
recrean aun en nuestra piel
veranos ardientes que fueron…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©
Se repliega el amor mientras se repiensa el hombre, de la fugacidad consciente, de los síes agradecido, en los noes respetado y de su suerte prendido por rutas inciertas, igualmente bellas por honestas... futuribles del tornar alimentados.
ResponderEliminarVelando estabas, las letras huidizas viven y vuelan, tan fatalmente sagaces y en voraz altivez, que algunas que ya se fueron siguen latiendo sin embargo, vivas...gracias Carmen, presente en el pasado de mis letras, insuflándoles vida en la distancia...
Eliminar