lunes, 10 de enero de 2011

UN TRIBUTO PEQUEÑO PARA TAN GRANDE AMOR: A LA MUJER QUE HACE TRECE AÑOS ME ACOMPAÑA (1) / Poesía de José Ignacio Restrepo

DSC00109
HABLANDO DE ESTRELLAS
Y este cielo nubado
esta nocturna presencia tuya,
aún,
danzando liberada del recuerdo
y en nuestras tibias bocas
que murmuran ideas consteladas,
pensamientos hechos de flores,
enigmas gigantescos de la vida
que esclarecerse buscan…
Hablando de estrellas…
amigo,
esta oscura tarde,
brillante noche,
en tu inevitable presencia…

    Tras la cita primera,
Mayo 6 1998

PHOT0036
INQUIETUD EN DIADEMA
No se cuántos cabellos grises inmaculan
su volátil cabeza,
ideas despeñándose,
perlas brillantes que abrillantan el aire,
ése que como atento enamorado
sin marcharse le ronda a cada paso,
que se inhala,
que se exhala,
desde el tierno y tormentoso murmullo
atravesado en su pecho…
No se cuántos cabellos de maduro tono
recaen en los hombros del viento,
cuando escaso volantea por la calle,
ésa que la ve pasar
cuando la prisa dispuesta hacia el trabajo
cambia por la que inspira su hija
que ahora apenas completa la tarea,
que debía de ayer y no entendía anoche…
No se cuántos
se han tenido prendidos y crecen,
cuántos de esos cabellos nacarados,
se aclararon de tener angustias
o ilusiones fallidas
o noches largas sin sueño
y un canto amigo en el oído…
Y como no se cuántos, Dios,
más bien en nada inquieto mi espíritu
por la suma o la resta
de esos frescos, volátiles cabello suyos,
negros, grises,
y si, me dejo prender, cómo no hacerlo,
por la luz que le brota de los ojos,
cada vez que me encuentran
buscando una sonrisa en ellos…
6 de Mayo 1998


105474559KEkQYC_fs
SI ESE PUEBLO EN MURMULLOS
Es domingo, madrugada tan solo,
y hay murmullos,
voces quedas de amigos que aun no son.
de amigos que ya son,
murmullos que musitan nuestros nombres
unidos por cortas conjunciones,
pájaros que se atan a las nubes,
peces grises que bogan hacia el lejos,
porque el lejos es bello,
canciones que se cantan y se olvidan…
Madrugada tan solo, de domingo,
y hay murmullos diciendo nuestros nombres,
osadía de vientos, vigor de cálidos deseos,
algoritmia de dudas que pueden poco
si nuestros ojos se hallan un segundo luego,
o antes,
de que nuestras manos converjan
y toda nuestra piel se vuelva un bosque,
se sienta,
se presienta,
se convenza…
Los  murmullos viajando por las calles,
a las dos de la tarde o a las seis,
por la vega arbolada del rio,
o más allá, más arriba,
en los dorados ribetes de las nubes,
quedas voces, casi plenas e inaudibles
un creciente misterio en nuestros pechos,
diciéndonos
lo que todos saben,
todos,
como por Dios estamos ya queriéndonos…!
Mayo 10 1998

2230950456_f335314028
MA – TE – MÁ – TI – CA
Cómo el bucle final de un cortejo
que doblara la esquina en noche oscura,
este día termina dejándome siniestro,
cortando amarras con todo,
falto de mañana,
ahíto del hoy…
Cuento mi vida en las mudas palabras de tus ojos,
y poco a poco reaprendo el uno,
la raíz de mi nombre,
el valor exquisito del latido en mi pecho,
y te veo brillante, luego,
como la preferida que eres,
la bendita,
de los ojos luceros de Orión

a  Nury,
con mi mar en calma…
19 de mayo 1998

62745_431522549581_675834581_5043953_7398896_n
SEMBLANZA DE LA HORA 23
Ah, prístina,
luna blanca entre plateada,
toda esta distancia
por entre estas nubes interpuesta
tiene la pretensión del abalorio,
cuánto de cara, cuánto de real y manifiesta,
mientras yo aquí caminando los cien pasos
de su casa hasta aquí,
que aun ciego, de quererlos yo dar, yo los daría,
esos pasos que atrás la dejan dormida sin mis brazos,
los cien o ciento cinco
que la devuelven sin mi a la extraña libertad del sueño,
y tú allí, prístina,
recordándome el argot de las distancias,
el léxico fecundo del futuro,
que no sé, que no puedo saber aunque desee,
tú recordándome entre la luz nubada
lo que en esencia el sueño significa,
la incuestionable majestad de cada instante,
el albur inefable de lo dado…
Tú allá, perfecta, silenciosa,
y yo aquí
mientras mis pasos se transcurren
dejándola entre aromas de Morfeo,
como una luz que espera se oscurezca,
como un camino aguardando al peregrino
que con paso sencillo y tibio,
enhebra entre confiado y receloso
el latido de ahora
con el siguiente latido…
4 de Junio 1998


JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

3 comentarios:

  1. Se honra el amor amando, adornan versos lo no dicho, la verdad de la estancia oportunamente acompañada, huella profunda en el alma arenada... ese continuo del tiempo acompañado alumbrado de tan bellos ojos, templado en piel de carey divino, asido a mano tan firmemente enamorada... qué bello comienzo el vuestro y bella la promesa testigo de como se mantendrá el universo prendido y enamorado...

    ResponderEliminar
  2. SI VIENE DEL MAR TU VOZ, EL OLEAJE ME LA ENSEÑA...................

    ResponderEliminar
  3. Ese amor que es pasado,presente tu hoy, lo has anunciado amorosamente, ojala sea eterno cielo SIEMPRE...por que se nubla tu mente aun en vuelo en los mares sin bandera

    ResponderEliminar