lunes, 3 de enero de 2011

COMO PIEDRA DE LUZ, QUE CAE EN TU MAR GUARDADO / POESÍA DE JOSÉ IGNACIO RESTREPO

De la piel fugado, por la voz de una hada vuelto voz, como guerra que se ama, a la cual ya tregua no se da…solo piel otra vez…

HABLANDO DE GUERRAS
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Incluso el murmullo de tus pasos ausentes
suele ser mi acompañante,
en los minutos anteriores al sueño
cuando cada trozo de mi cuerpo
tiene absoluta conciencia de su soledad,
de la herrumbre que purga
como condena en su vigilia
y que debe continuar viviendo
en las rutas desleídas del sueño…
Incluso ese murmullo que se cierto,
porque sus bajos tonos
están labrados en los luctuosos pasillos
de mi literaria memoria,
trae como pijama, puestas sobre ti,
la suma de evidencias que establece
la larga zaga de luchas por labrar,
guerra sin tregua en la que estoy envuelto,
y que he de pelear
pese a mi docta defensa por yacerte,
por mi paz dejarte entre el follaje
donde anida tu oráculo por siempre…

OTRA VEZ LA NOCHE
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Se preguntan mis manos esta noche
por los motivos de su magnífica orfandad
y cual padre les debo contestar,
desde una corta lista de razones
que explicaran tu ausencia,
los motivos,
para que no esté tomándolas.
llenándolas,
saciándolas,
dando calor a su frío…
Como prendas asidas al alambre
se exponen las razones susodichas,
como escalas de marmórea escalera
que empinan el traslado de cantata de vientos,
unas agudas, otras meridianas,
dicen su epístola, su lenta y árida
dispensa por tu falta,
y
sin perder palabra mis manos
que podrían ser mis ojos,
no demoran en saber como palomas
que mi vuelo asombrado entre vocablos
acaso solo intenta sustraerlas,
del intenso dolor que encarno y sufro…
Tu ausencia se dibujan, sienten,
quién va por ahí sin corazón,
me pregunta la izquierda en tono bajo,
qué ser, me enjuicia la derecha,
puede sin alma ser, sentir, hollar…
Se interrogan mis manos esta noche
por la vasta razón de su orfandad infame,
y yo las miro lenta, quietamente,
sin nada que decirles o callarles,
cuestionando me enjuician
por tu falta…
que no estás culpándome,
hiriéndome,
matándome,
pero viva frente a mi
igual que antes…

INVITACIÓN AL ESFUERZO
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No desfallecer decía el ave a sus alas,
en mitad del más largo vuelo
y con cada golpe de su esfuerzo
hacía más feroz el movimiento,
más lejano el punto de partida,
más próximo el arribo…
No desfallecer,
que solo el esfuerzo repetido,
permite sentir el paladar cubierto
en victoria de mieles endulzadas
de tu afán de ser
don milagroso,
y solamente es posible tal guirnalda
triunfo llano del deseo noble,
por alcanzar el deseo que se tiene,
sin importar lo que ello fiel demande
de tu ancho coraje,
de tu tiempo,
ese que la lucha te depare…
No desfallecer me dije,
la más bella mansión tuvo su origen
en un papel vacío
que vio el trazo inseguro de una línea
iniciándolo todo,
y
vino luego la palada buena
esa primera, fuerte inolvidable,
que fue puerta del más duro trabajo…
Esto es solo el comienzo,
no desfallezcas,
haz del lento y continuado movimiento
tu catecismo ilustrado,
y dale un nuevo capítulo
que alumbre el dócil ritmo
del siguiente día…
Cada deseo más lejano del primero,
y claro está
más próximo del último,
que dará a todo esto su sentido…
cómo decía el ave,
pasando sobre inviernos entre nubes,
no desfallezcas, ánimo,
todo esfuerzo es siempre otro principio,
el poder de continuar el vuelo,
el sello de los justos victoriosos,
el blasón esencial de la conquista,
la herramienta para hacer la vida…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
Derechos Registrados

4 comentarios:

  1. Allí donde esté la letra halla el alma caricia y consuelo, inspiración y gozo, sólo encuentra sentido la voz si es para ser de tu espiritu mensajera, de la grandeza testigo y de tu halo compañera....

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  2. Verde mi afán ante tu bosque hermano, por yo ser árbol o rama, o semilla en carrera fulgurante que el vasto cielo acoja y entre su azul etrusco haga perenne...Verde, ante tus ojos duchos de esperanza y mis manos que te son amigas, de ese color te tomo, de él te abrazo y en el contraigo cada uno de mis vasos, para hacer de mi paso el sendero del vergel mediterráneo...

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  3. Las manos de esta noche
    sin nada que decirles
    me enjuician,
    me condenan por tu falta,
    que encarnada en mi vuelo entre vocablos
    ata mi soledad al silencio meridiano.

    Precisos tus poemas.

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  4. Como ancla que se ufana de tallar con su favor el mar profundo, así una palabra meridiana que haga de un relieve continente a una gesta que pague por su suerte, debe nombre llevar o por lo menos ganar el pan con el favor de tu frente...Amén Marisal...

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