Tan solo vos llegar
y debo reconocer esas esencias
que te traes prendidas de la noche
…y la vereda
Te huelo boscosa,firme como un tronco,
sumisa como ternero, sin ver a la madre,
atardecido,
apresurada como viento nuevo,
asombrada como nube poca bajo nube alta,
deseosa como pasto al riego…
Apenas vos llegar y se adjetivan,
de una manera mágica, danzante,
todas las voces del campo y de los bosques,
y haces que sienta como joven artista
alma de fauno, grito mudo…
Dime que los amagos no son los mohines de los ángeles,
los perezosos destellos, que a nuestro gestos
ellos construyen solo a medias…
Niega que no has sentido entre mis brazos,
como alguno de esos alados invisibles,
amago tras amago, te recorre…
antes que yo lo haga
SI EN EL OCEANO
Verte y mientras,
misterios que sueñan estar adormecidos
elaboran explicaciones de si mismos:
palacios de cerillas de colores, que
fantasiosamente
nos miran sin perder el equilibrio…
Y tu , entre tanto,
persiguiendo magentas mariposas,
sin otro fin que mirar
de donde salen y a donde llegan,
a que lugar oculto van y mueren…
Verte, aun el saber que no lo entiendo todo
me causa un beneplácito fecundo,
y si fuera un velero no serías tu el mar,
ni aun el sextante, o el ancla…
Más bien un viento que viaje sin llamarse,
tomando de cada viaje una voz
de mi yo marinero, que te canta suave
mientras teje sus sueños
mirando las aves al vuelo…
JOSE IGNACIO RESTREPO
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