TRAE LA FATIGA...
Al albor le hacen falta algunas horas
y mi mente tiene vigilias prometidas,
no faltan a la cita entre invitados
los temas que ausentes de otras partes
se acercan a mi casa y me hacen señas,
soy yo, el que llamaste la otra tarde...
Es la hora de las llamas y el ayuno,
en mi almohada arden plateas y teatros,
encarnados y cadavéricos actores
posesionados de sus diálogos veloces,
defendiendo aquel valor imponderable
o esquilmando tan solo lo probable,
mientras que el sueño ataca por los bordes...
Cuánta inquietud de otrora ya dormida,
cuánta magia perdida de otro instante,
esta es la hora de lúcidas turgencias,
pensamientos, inquietudes, somnolencias,
abren paso a quedarse con la gloria
ya sea de expurgarme la memoria
y dar a luz más juegos de palabras,
o hacerse del paréntesis preciso
o desde un alto risco silenciarles,
para empujarlo todo hacia los aires,
y tomarme por mi bien de prisionero
para rendirme en la hora señalada,
ya vendrá el quehacer de otra jornada
para darle a mi alma el alimento,
mientras ha de ser otro ese sustento
que ante el sueño se deje como canje
y concerte con mi ser la garantía,
tras del velo ineludible y venturoso,
miel del cielo para cuerpos hacedores,
pero también para gazapos perezosos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Así da gusto empezar el día un beso Ignacio, ¡brillante!...Marina Feijoo,.
ResponderEliminarY para mi tu luz querida Marina, un gozo que no mengua el paso de las horas... Abrazos!!!!
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